Por qué leer un libro en otro idioma

Empecé a leer libros en español después de dos semestres de estudios del idioma (desde cero). Ha sido una experiencia inolvidable e irreemplazable.

En mi otra serie de posts, voy explicando cómo leer un libro en otro idioma: cómo escogerlo, qué diccionario usar, cómo apuntar las palabras para memorizarlas luego…

Pero, ha habido un hueco grande en todo esto. ¿Por qué leer un libro en otro idioma? Sabrás que la lectura es una de las destrezas fundamentales para los exámenes de idiomas, pero ¿por qué no simplemente leer las noticias, o los artículos académicos, que son más «serios»?

Bueno, hoy, el Día Internacional del Libro, finalmente explico mis razones por las cuales leer un libro en otro idioma es una experiencia inolvidable e irreemplazable…

 

Mejorarás tu nivel del idioma

Lo obvio: leer un libro te expone al idioma que estudias, de forma extendida. Una novela promedia consiste en unas 50 000-100 000+ palabras, aunque es bueno empezar con una novela más corta.

Incluso si estás de vacaciones y lees un libro bastante fácil, de palabras ya conocidas, reforzarás en tu mente las estructuras y las palabras de la lengua. En vez de leer los bestsellers de verano en tu idioma materna, rétate a leerlos en tu lengua meta. Mejor, encuentra un bestseller divertido originalmente escrito en este idioma: L’amica geniale de Elena Ferrante, Falcó de Arturo Perez Reverte, The Girl on the Train de Paula Hawkins… Así también conocerás la cultura.

Sin embargo, los beneficios van mucho más allá…

 

Asimilarás formas coloquiales

A menos que el autor sea de los que intentan sin éxito imitar el habla normal, los diálogos de una novela te iniciarán en el estilo de hablar de las personas, por lo menos de una región específica.

—A lo que viene es vaciarme –dijo–. Pero que venga, claro.

—¿Y eso qué quiere decir? –preguntó.

(Noticia de un secuestro, pp. 130, 185)

—Ya sabes, por ése.

—Nada más.

—Pues hay algo más.

—A mí me basta con un psiquiatra…

—Ya ves, ésa es ella… ¡y tú sigues enamorado!

(El síndrome de albatros, Gonzalo Suárez, pp. 162, 186, 186, 97)

No solo son las palabras corrientes – que los estudiantes de idioma solemos aprender de libros de texto en listados artificiales y veinte años tarde – sino también las estructuras. Destacan las formas imperativas, las muletillas como ya sabes, las formas diferentes de verbos y sus matices de formalidad y significado (p.ej. va subiendo en vez de está subiendo).

En breve, leer diálogos te preparará para entender el lenguaje hablado, sea de las películas, la radio, o del habla de los hablantes nativos en la vida real.

 

Aprenderás vocabulario cotidiano

Leyendo una novela, aprenderás cosas que no has visto en la clase, ni en tus libros de texto, ni en los otros medios que suelen leer los estudiantes de idiomas, como las noticias.

¿Por qué?

Las noticias son muy buenas para aprender lo que pasa en el mundo, pero suelen tratar de situaciones en términos generales y políticos. Salen frases así: Estos cuarteles están a mitad de camino entre el Estado Mayor de la UE, en Bruselas, y al mando de la fuerza en el teatro de operaciones. (El País)

Usan un vocabulario técnico y repetitivo. Los artículos de economía repetirán la palabra bolsa; los de noticias internacionales, conflicto; los de política, gobierno. El artículo arriba, por ejemplo, usa el vocablo cuartel diez veces.

En cambio, las novelas suelen describir acciones y objetos de la casa, partes del cuerpo, y emociones y conceptos corrientes.

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Genial, pero… no sirven para todo.

Por ejemplo, la primera novela que leí en castellano fue Harry Potter y la piedra filosofal. Aunque hoy en día prefiero leer libros que sean originalmente en español (por las razones que constan más abajo), aprendí muchas palabras muy útiles de esto.

Verbos cotidianos: estos probablemente sean de las cosas más útiles que aprenderás de un libro – puedes sobrevivir sin conocer todos los sustantivos, pero muchas frases carecerán de sentido si no entiendes el verbo. Empujar, deslizarse, criar, desvanecerse, chocar, actuar, sujetar, cojear, latir, maldecir, asegurar, olfatear, apretar, arrastrar, enterrar…

Objetos cotidianos: taladro, valla, acera, silbato, mango, cerradura, grieta. Entre los sustantivos destacan también las partes del cuerpo (más allá de brazo, pierna, mano, pie del libro de texto), tales como nuca, cerebrobigote y ceño. Y, las palabras que describen conceptos menos concretos, que por lo tanto se aprenden de forma más natural en contextos reales, como lío:

Nos vas a meter en un lío.

Se portó muy bien al sacarnos de este lío…

…para que Draco Malfoy saliera de la cama y se metiera en líos…

Tendrías que haber pensado en los hombres lobos antes de meternos en líos…

(Harry Potter y la piedra filosofal, pp. 110, 169, 175, 180)

Imagínate intentar aprender lío de un libro de texto…

Además, hay un montón de adjetivos básicos que por alguna causa no salieron en mi libro de texto: ligero, veloz, grueso. Finalmente, hay expresiones sencillas como ni siquiera, además de construcciones avanzadas, de las cuales hablaré más abajo.

Lo bueno de leer un libro escrito esencialmente para jóvenes es que sabes que el vocabulario es algo que debe saber un niño de unos nueve años. No es solo que no habrá demasiadas palabras difíciles, sino que también cualquier palabra que no reconozcas representará una laguna fundamental en tu vocabulario, merecida de ser aprendida.

Hoy en día tengo que leer artículos académicos, y me esfuerzo a leer las noticias más complicadas, como me estoy preparando para el examen C2. Estoy paranoica de que fracase por no saber las palabras más raras de las noticias financieras. The struggle is real.

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Yo, salvo que yo no tengo el pelo tan bonito…

Pero, cuando leí Harry Potter y la piedra filosofal habiendo estudiado español durante dos semestres, me fue mucho más útil llenar los huecos enormes en mi vocabulario — ¿te imaginas no poder expresar sujetar, empujar, o cerradura? ¿o ni siquiera entender ni siquiera? – que aprender y reaprender la palabra cuartel.

Si lo que te gusta de las noticias es el elemento de realidad, no te pierdas de la no-ficción narrativa, como son los libros Relato de un naufragio y Noticias de un secuestro, de Gabriel García Márquez, y el montón de biografías y autobiografías que se publican cada año.

 

¡Es divertido!

Un libro te entretiene. Hay un trama con suspense, un misterio que resolver, unos personajes interesantes… Te involucras mucho e interactuarás con el idioma en un contexto relajado, inmersivo, y muy distinto a la clase de idiomas, donde se suele leer un montón de frases sueltas.

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Verás estructuras más avanzadas

En tu libro de gramática, todos las oraciones de ejemplo, convenientemente, se limitan a usar el vocabulario y las estructuras que ya has aprendido en el curso.

¿Qué pasaría si te atrevieras a leer un libro… real?

Tal ves sobrevivirías ver una palabra desconocida, pero ¡¡podrían aparecer estructuras totalmente misteriosas!!

Al leer un libro en español después de dos semestres de estudiar el idioma, choqué con muchas estructuras desconocidas, especialmente las que concernieron al subjuntivo:

Como si fuera una bala… Como si fuera a marearse… como si fuera agua convertida en tejido… como si fuera un osito de peluche… como si lo hubieran atrapado… como si él lo hubiera planeado todo… 

Si tu cerebro fuera de oro serías más pobre que Weasley…

Sabes, sólo alguien que quisiera encontrar la Piedra, encontrarla, pero no utilizarla, sería capaz de conseguirla.

Y ya lo habría conseguido, si Snape no hubiera estado murmurando un contramaleficio, tratando de salvarte.

Si no lo hubiera hecho así, aquella mañana le habría costado concentrarse en los taladros…

(Harry Potter y la piedra filosofal, pp. 137, 140, 146, 161, 171, 201, 161, 214, 206, 8)

Estas están entre las estructuras más complicadas, según el orden del libro de texto, que las coloca casi al final. Pero, como se ve arriba, aparecen muy a menudo en los textos reales.

Lo bueno es que leer es una actividad bastante pasiva, sin un ritmo proscrito como el que tienen las películas. Puedes releer varias veces y pescar el sentido por el contexto, o incluso buscar en internet si realmente no entiendes una frase.

Sin embargo, la mayoría del tiempo, el significado lo entenderás por el contexto. Tal vez no lo bastante para tener confianza en usar la estructura tú mismo, pero para comprenderla de forma pasiva, en la lectura y más tarde en el habla.

Conocer un poco estas estructuras me ayudó muchísimo a la hora de «aprenderlas» en la clase, porque ya las había visto. Fue un paso pequeño a usarlas en la escritura y después en mi propia expresión oral.

Habría sido mucho más difícil para alguien que no hubiera visto estas estructuras en otros contextos, que las aprendiera simplemente por los pocos ejemplos aislados en el libro de texto.

 

Conocerás la cultura de un país

Desde la perspectiva del vocabulario me fue muy útil leer Harry Potter, pero leer libros traducidos debe representar solo una etapa intermedia en tu aprendizaje del idioma, si es que quieres conocer también la cultura.

Las novelas – además de las películas, pero enfoquémonos por ahora – son una manera excepcional de aprender algo de la cultura de otro país, y de su historia.

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Si el autor es bueno, te transportará a otro lugar y a otro tiempo: un colegio militar en Lima en los años 50 (La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa), un pueblo en Colombia cuyos habitantes esperan desesperadamente una pensión militar (El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez), la vida de una mujer solitaria en Madrid (La soledad era esto, de Juan José Millás)…

 

Te darás cuenta de lo diverso y lo universal de la experiencia humana

Puedes tener parte de esta experiencia leyendo libros traducidos a tu idioma, por supuesto. Y soy muy fan de esto, porque no me da tiempo aprender todas las lenguas ( ☹ ), mientras que hay autores fascinantes de todos los países. Sin embargo, leer un texto en idioma original es una experiencia única e inmejorable.

Te trae más cerca, por transcurrir en el idioma en el que los acontecimientos, los diálogos, y los pensamientos de las personas de este país habrían (o han, en el caso de la no-ficción) ocurrido en la vida real.

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Leyendo un libro traducido, puedes fácilmente olvidarte, de forma inconsciente, de la diferencia cultural. Pero en idioma original, siempre tendrás en mente que las experiencias y los pensamientos difieren en los diferentes contextos.

Te darás cuenta de que tu manera de ver la vida es solo una de muchas. A la vez, te destacarán aún más los sentimientos en común: las experiencias, los deseos, y las esperanzas universales que nos unen a todos.

¿Has leído un libro en tu idioma de meta? ¿Cuál ha sido? ¿Cómo fue tu experiencia? ¿Te animas a hacerlo? ¡Compártelo abajo!

Posdata: Para complementar este post tan fundamental de la visión de este blog, hice esta infográfica compartible para vosotros. 🙂 

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