Has decidido usar Anki para hacer tarjetas educativas (flashcards) para aprender vocabulario en tu idioma meta. Has descargado o hecho unas tarjetas.
Entonces ¡a aprender!
A diferencia de las otras decisiones, como qué palabras incluir, etc, el asunto de cómo repasar tus Ankis es tipo “con este sencillo truco”:
Para sacar provecho de Anki (o cualquier tipo de tarjeta educativa), practica el recuerdo activo.
No basta pasar y ver las tarjetas de manera pasiva. Tienes que decir (en voz alta o distintamente en tu mente) la respuesta al lado delantero de cada tarjeta antes de darle la vuelta. Si no puedes, tienes que elegir “Otra vez”, considerado la opción de “fracaso”.
Esencialmente, la clave es ser honesto – aunque sea solo con un programa – sobre si te acordaste o no. Así, Anki colocará la tarjeta en el lugar correcto en tu “cola” de tarjetas en espera, y su software elegirá el momento oportuno para mostrártela de nuevo.
¡Fin de post!
O, bueno, como esperabas un post y no un post-it, decidí expandir sobre otro aspecto de tu método para repasar tarjetas: cuándo hacerlo.
Anki está diseñado para repasarlo cada día. El software es bastante avanzado, de manera que te recuperarás si saltas un día. Pero, si saltas muchos, acabarás con muchas tarjetas en tu cola de espera.
(Excepción: Si tu límite diario de repasos es bastante grande, y el número de tarjetas nuevas que añades relativamente bajo, puedes sin problemas hacer Anki solo los días laborales, lo que podría acomodarse bien con lo que digo a continuación sobre las rutinas.)
Así que, ¿cómo establecer el hábito de hacer tus Ankis cada día?
Acabo de terminar el libro Tiny Habits del psicólogo BJ Fogg, que explica según sus investigaciones cuál es el mejor método para adquirir nuevos hábitos. Y no, no tiene que ver con lo de “racha de 21/30/66 días”.
Entre otras cosas, él descubrió que la mejor manera de instaurar un nuevo hábito es implantarlo en tu rutina actual – Fogg hace dos flexiones/lagartijas después de ir al baño.
Entonces, tendrás más éxito con Anki si identificas una parte de tu rutina diaria que te dé una oportunidad para integrar el hábito. No es asunto de encontrar un hueco, exactamente, sino un elemento estable de tu día que se puede usar para fundar otra acción deseable.
Podría ser mientras haces otra cosa, tal como estar en el tren. En 2016, tenía una rutina muy establecida: subía al bus, hacía mis Ankis, y entonces escuchaba podcastes en español en mi trayecto en tren (1 hora). Esta práctica literalmente me enseñó español.
O, después de cierto evento – Anki podría ser tu primera tarea después de sentarte al escritorio de estudio. Este segundo también te da una manera estructurada de empezar tu sesión de estudio. Cuando escribía mi tesis, esto me ayudaba mucho con lo de comenzar cada día.
Por lo tanto, estos son mis dos tips para repasar con Anki:
- Practicar el recuerdo activo.
- Establecer un hábito de hacerlo cada día, integrándolo en tu rutina actual.
En cuanto al resto, Anki lo hace fácil con su algoritmo de repetición espaciada – intentando que veas una palabra justo cuando lo ibas a olvidar, y entonces lo aprendas mejor.
Este es el tercero en mi serie de entregas sobre Anki, un programa de tarjetas educativas gratuito que puedes usar para aprender vocabulario en tu idioma meta. Tal vez te gustarán los otros posts de la serie:
- Introducción — Lo que aprendí al crear 7000+ flashcards de Anki
- Hacer tus propias tarjetas vs. descargar un mazo